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Joana Bonet 12 13 Fashion Art ARTE PURO El puente que tiende Fashion Art entre el arte y la moda es un diálogo entre forma y fondo, Siempre ha sido mayúscula la intervención de la moda en el paisaje. Y su búsqueda en las aunque también es un juego de espejos. ¿Qué relación guardan el color, la textura, la forma paredes de los museos ha alimentado las propuestas más eternas. Hubo unos años en que una de aquello que cubre nuestro cuerpo con la belleza y la atracción? ¿Y con la tendencia y los parte de la moda se convirtió en hipérbole. Afortunadamente hoy la moda ha reclasifcado su ciclos caprichosos, efímeros de la moda? Sin lugar a dudas la de un detonante, un destello idea de lujo, fomentando un espacio interior para poder sentir el aguijón de lo hermoso. Por que propicia la intención de la mirada, aunque lo que en verdad haga bombear las arterias ello hay una voluntad de reconquistar la pureza de las fuentes, la imaginación de altos vuelos y sea de una índole muy distinta: la permanencia. Justo lo contrario a ese sistema de la moda la audacia que ya los pintores cortesanos demostraron ya en el Renacimiento para construir que describió Roland Barthes, ante la urgencia de entender el vestido como la expresión un lenguaje estético y a la vez una identidad genuina. del cuerpo, recibiendo de él sus modas sucesivas como sinónimo del espíritu del tiempo, del impulso de vida y de la necesidad de cambio. Pero mientras el lenguaje comercial de la moda Fashion Art nació, de forma casual, después de un desfle en el Círculo de Bellas Artes en Madrid, insiste en renovarse, no ya cada dos temporadas, sino cuatro o cinco, creando nuevos deseos y allá por 1998. Un vestido de novia tuvo la culpa. Decepcionado por el resultado del vestido por tanto nuevas necesidades, nace una corriente empeñada en encontrarle un sentido al traje estrella del desfle, Manuel Fernández le propuso al pintor Juanjo Castillo que lo “mejoran” más allá de la exhibición. La novedad, pues, pierde prestigio mientras que el pasado –el vintage juntos. Hoy, la “colección museística”, como le gusta considerarla a Fernández, cuenta con ciento y el heritage– gana importancia en la reafrmación de la identidad. dieciocho vestidos, en los que han colaborado artistas españoles como Manolo Valdés, Eduardo Chillida, Juan Genovés o Eduardo Úrculo; y latinoamericanos como el ecuatoriano Oswaldo Huir de lo novedoso y ganar en permanencia es uno de los objetivos que el llamado art-wear Viteri, el mexicano Guillermo Ceniceros, la colombiana Maripaz Jaramillo o el argentino, Pancho propone, uniendo la grandeza de las artes mayúsculas y la humildad del hilo y la aguja. Lo dejó Luna, entre otros. Y se hizo realidad en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires en 2003. Su bien claro Saint Laurent: “siempre he respetado este ofcio que no es del todo un arte pero arte en movimiento nos transporta a un territorio sin fronteras, cambiante, donde la belleza no necesita un artista para existir” . Mientras tanto, a su pareja y fundador de la mítica frma, Piere es una dictadura sino una democracia evolucionada, comprometida, piel a piel, con el tejido de los Bergé, un periodista le preguntó si la moda era arte. “Mire –le respondió– la moda es arte si paisajes. está realizada por un artista. Lo mismo que hay pintores de domingo, existen diseñadores de domingo. Y no hay que sorprenderse porque éstos sean mayoría”. Valiente e innovador, Manuel Fernández ha empujado este concepto sin fronteras. La flosofía que joana se esconde tras Fashion Art es la búsqueda de un espacio de encuentro entre los mundos de la moda y el arte “de una manera natural, sin grandes ornamentos”. Lienzos sobre el cuerpo, o sea, BONET arte en otro soporte. El más dinámico, capaz de transmitir sentimientos y gestos, corrientes de energía y formas de entendimiento. Arte, en movimiento: ARTE PURO.
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